Mascarillas naturales y caseras. Miel, huevo y limón.

Hoy vengo a hablaros de una mascarilla casera y natural que probé el otro día, he de deciros que estoy encantada con el resultado. Os pongo en situación: Como todas sabéis si me leéis habitualmente, tengo la piel mixta, si me la cuido, si no grasa grasa. El caso es que estoy utilizando productos bastante secantes para la época del año en la que estamos, (hidratante matificante... etc etc) así que la piel, debido a esto y al asqueroso tiempo que tenemos por aquí se ha visto resentida. Tenía la nariz totalmente pelada... reseca, no sé como llamarlo. También la zona de las cejas y encima del labio superior un poco.

Así que decidí mirar por el Sr. Google para ver que mascarillas hidratantes me podían venir bien... después de leer muchas webs decidí hacerme una mascarilla de huevo, miel y limón. Y os preguntaréis... ¿porqué esos ingredientes? Los elegí por sus propiedades que voy a explicaros a continuación. 

Propiedades de la miel:

Es hidratante, limpia gracias a sus azúcares, ceras y minerales. También es antioxidante, regenera la piel seca y marchita, la miel también es antibacteriana y antiséptica, ayuda a cicatrizar heridas, es decir, las producidas por el acné si es que tenemos en este caso. También es una hidratante ideal para las pieles sensibles.

Propiedades del huevo:

La yema es rica en lecitina la cual suaviza el cutis. Además, contiene minerales como fósforos, cinc y selenio, y vitaminas A, D, B12, ácido fólico y biotina cuyos componentes son ideales para tratar la piel seca y maltratada. Mientras que la clara está constituida principalmente por proteínas que minimiza el tamaño de los poros y permite un levantamiento temporal del rostro.

Propiedades del limón:

Por ser una fruta ácida, el limón tiene un gran poder astringente y es mejor aplicarlo solamente en las pieles grasas. Ayuda a eliminar las células muertas. Basta con mezclar zumo de limón con azúcar granulada y frotar la zona a exfoliar, bien sea el rostro, las manos, las piernas… Controla el sebo que produce la piel y seca los granitos.

Por todo esto elegí estos tres ingredientes. La miel para hidratar, el huevo para lo mismo y el limón para secar unos granitos que tenía. Para obtener la mezcla os recomiendo que lo hagáis con un huevo tamaño pequeño, o si no batir un huevo y coger sólo una o dos cucharadas porque si usáis el huevo entero, como yo, os sobra "mascarilla" por todos los sitios. 

Las proporciones que yo recomiendo utilizar son: Una cucharada de huevo bien batido, 1 cucharada de miel y 2 o 3 gotas de limón. Removéis bien hasta que la miel y el huevo queden perfectamente unidos. Preferiblemente para extenderlo utilizad una brocha sintética porque es un pringue de los buenos... os podéis imaginar.

Yo me lo dejé en la piel 30 minutos y después me lo aclaré con agua primero tibia y luego fría para cerrar los poros que tenía abiertos porque me había exfoliado... y tal y tal antes de hacerme la mascarilla.

¿El resultado? He quedado MUY contenta, ya no tengo la nariz pelada y queda la piel bastante luminosa, volveré a utilizarlo sin duda alguna una o dos veces por semana. Se la recomiendo a la gente que tenga la piel seca o que simplemente se este pelando por todos los sitios... y que mejor esta mascarilla con la cual no te gastas nada si tienes los ingredientes en casa!